Jacqueline Estrella se preparó para convertirse en una gran comunicadora. Su norte a seguir era la conductora de televisión July Carlo. Era su gran sueño y desde muy joven estudió locución, modelaje, actuación, sin imaginar que se convertiría en una estrella de la televisión, pero en el humor.
A la redacción del LISTÍN DIARIO llegó parodiando a Margarita Cedeño, ex primera dama y ex vicepresidenta de la República, y fue recibida entre risas, aplausos y en medio del coro de ¡Llegó mamá! ¡Llegó mamá!
La actriz y humorista sorprendida no vaciló en darle paso al conocido personaje y muy audaz respondió una descarga de preguntas, con una gran comicidad reveló la conversación (imaginaria) que recientemente había sostenido con su ex esposo, el candidato a la presidencia por el Partido Fuerza del Pueblo (FP), Leonel Fernández (esto es ficticio). “Es que Leo es loco con el chicharrón y me invitó a ver si podía acompañarlo a Villa Mella a comer chicharrón y paticas, realmente eso fue lo que hablamos”, confesó ella en el personaje de Margarita.
Hace varios años que Jacqueline apareció en el programa de humor “La Opción de las 12” (Telemicro, canal 5) con la personificación de la doctora Cedeño, la que logra a la perfección y para la que se prepara físicamente con peluca, ropa e incluso la dentadura.
De esa manera, firmó su título para entrar al grupo de humoristas de grandes ligas. De tal impacto ha sido la experiencia de este trabajo que escribió el libro “Una Estrella para Margarita”.
Antes había logrado con éxito la pegada de los personajes como “Evangelina la Evangélica”, “Cochita Bella” y “Lincoln Boy”.
También se le dan muy bien las imitaciones de la periodista Consuelo Despradel y la doctora Yadira Morel.
UN LARGO TRAYECTO
Estrella tiene una alta valoración a la trayectoria, a la gente de éxito que hizo camino al andar, y que obtuvo a base de preparación y tiempo el éxito.
“Es lo que ha sucedido conmigo. Yo no me convertí en humorista de la noche a la mañana. Desde niña siempre estuve haciendo cursos de toda clase y en el colegio siempre estuve involucrada en todas las actividades artísticas, sin imaginarme que tenía esa gracia para hacer reír”, recuerda.
A la joven, que entre sus compañeras del colegio era la más alta de todos, le decían “Hollywood” por su afinación al arte y por su deseo de convertirse en comunicadora. La oportunidad de entrar a la televisión le llegó de la mano de Radhamés Abreu, quien la animaba a realizar todo tipo de casting.
Es Radhamés que la lleva a “Caribe Show” para que el humorista Juan Carlos Pichardo conociera de su talento.
De inmediato fue contratada para el elenco de comedias, pero ella pidió pensarlo porque en el fondo no quería ser comediante.
“Cuando llegué a mi casa analicé la oportunidad, que me iban a pagar y que iba a entrar a la televisión, entonces pensé que si entraba como humorista luego podría ir haciendo el cambio y llegar a convertirme en comunicadora”, analizó.
Al siguiente lunes Jacqueline comenzó el camino que la convertiría en una estrella del humor.
Para ese entonces estaba concluyendo la carrera de licenciatura en publicidad, de la que se graduó. Luego entró a Bellas Artes a estudiar actuación. Aquí tuvo como mentor a Ángel Mejía, de quien aprendió el trabajo profesional de la actuación.
También se matriculó en la escuela de danza de Eduardo Villanueva, en donde incursionó en el teatro musical.