El hecho mantiene conmocionados a los habitantes de Austell, en Georgia, Estados Unidos. Vecinos y familiares de la víctima no saben lo que ocurrió para que Alejandro Bencomo acabara con la vida de su hijastra, una adolescente de 16 años
Estefany Nicole Villalobos es el nombre de la adolescente venezolana de 16 años de edad quien resultó muerta luego de que su padrastro Alejandro Bencomo, de 57 años, le propinara varios disparos dentro de su residencia en Austell, Georgia.
La joven, quien residía junto a su madre y su padrastro desde hace tres años en Estados Unidos, habría recibido varios disparos mientras dormía la mañana de aquel fatídico viernes 6 de septiembre.
Estefany y su madre, oriundas de Guarenas, estado Miranda, habrían migrado hace al menos tres años a suelo norteamericano. El padrastro, quien tenía 7 años de relación con su madre, habría migrado meses antes. En el vecindario los conocían como una familia normal, que durante este tiempo no había protagonizado ningún altercado.
El hecho ocurrió en la mañana del pasado viernes, cuando la adolescente y Alejandro se encontraban solos en casa. La madre se encontraba trabajando y llegó cerca de las 9 mañana, para encontrarse con la trágica escena. Su marido estaba con un disparo en la cabeza y su hija se encontraba en su habitación con varios impactos de bala.
La mujer angustiada llamó al 911 con ayuda de una vecina. Cuando llegaron las autoridades, el hombre estaba con vida y trataba de acuchillarse. La menor ya se encontraba sin signos vitales.
De inmediato, el sujeto fue atendido por los cuerpos de seguridad y trasladado a un hospital, donde fue intervenido quirúrgicamente. Hoy día se recupera y se encuentra con resguardo policial.
Mientras tanto la familia de “Nico”, como cariñosamente le llamaban, se encuentra totalmente conmocionada. Hasta ahora desconocen qué pudo suceder para que el hombre, a quien creían conocer desde hace 7 años, acabara con la vida de la joven.
Cindy Villalobos, hermana de Estefany, quien se encuentra en España junto al padre de ambas, confesó a Univisión que la adolescente «era la más pequeña de la familia, era una niña educada con unos sentimientos muy bonitos, era muy sensible».
Contó que su madre le había dicho días previos a la tragedia que estaba discutiendo mucho con Alejandro y que estaría pensando en abandonarlo. Incluso, días después al hecho, cuando fue a la casa a recoger sus cosas, encontró que casi toda su ropa y zapatos estaban destrozados.