Nairobi, 4 feb (EFE).- El número de muertos por el enorme incendio que causó una explosión de gas el pasado jueves en un barrio de Nairobi ha ascendido a siete después de que uno de los 280 heridos sucumbiese a sus heridas, informó hoy el Gobierno keniano.
«El número de víctimas mortales ahora asciende a siete, con una muerte adicional reportada desde nuestra última actualización», señaló en un comunicado el portavoz del Ejecutivo keniano, Isaac Mwaura.
Mwaura también indicó que «se han logrado avances sustanciales en las investigaciones», en las que cuatro personas han comparecido ante un tribunal keniano acusadas de asesinato.
«El gobierno continúa ofreciendo un amplio apoyo a las víctimas, que incluye alimentos y artículos no alimentarios, para ayudar a estas personas y familias a reconstruir sus vidas y regresar a la normalidad», afirmó.
El incidente ocurrió el pasado jueves a alrededor de las 23:30 hora local (20:30 GMT) en la zona de Mradi, a unos dieciocho kilómetros del centro de Nairobi.
«Un camión de matrícula desconocida que estaba cargado de gas explotó, lo que generó una enorme bola de fuego que se extendió ampliamente», explicó entonces el portavoz a través de la red social X.
Un cilindro de gas impactó en un almacén de prendas de vestir y material textil y, en consecuencia, el incendio arrasó vehículos y propiedades comerciales, incluidas muchas pequeñas y medianas empresas, así como las casas del barrio.
La Autoridad Reguladora de Energía y Petróleo (EPRA) afirmó que la planta de gas era ilegal y que había rechazado tres solicitudes de permisos para construir una instalación de almacenamiento y llenado de gas en el lugar de la explosión.
El presidente keniano, William Ruto, aseguró el pasado sábado que ordenó el despido de los funcionarios implicados en la concesión de la licencia.
Los vecinos afectados han denunciado la negligencia de las autoridades, al lamentar que trataron de ponerse en contacto con la Policía sin éxito horas antes de los hechos, cuando el ruido y el olor persistentes les hicieron sospechar que se estaba produciendo una fuga. EFE