Washington. La hasta ahora directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle, dimitió ayers tras las críticas suscitadas por los errores en la seguridad del mitin en Butler (Pensilvania) en el que el expresidente Donald Trump sufrió un intento de asesinato.
La cadena NBC adelantó, citando a tres fuentes familiarizadas con el tema, que la renuncia se ha producido después de varios llamamientos de los legisladores para que renuncie.
Precisamente ayer Cheatle compareció en un comité de la Cámara de Representantes y afirmó que el intento de asesinato al expresidente Donald Trump supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.
Cheatle asumió “la responsabilidad completa” del lapso en “seguridad” de su agencia y aseguró que coopera con las investigaciones en curso sobre el atentado.
La oposición republicana había pedido la renuncia de Cheatle, al frente de la agencia encargada de la seguridad de Trump.
Trump fue herido de bala en una oreja mientras participaba en un mitin en Butler (Pensilvania). El tirador había trepado a un tejado a unos 140 metros del expresidente, aunque fuera del perímetro de seguridad.
Testigos habían alertado desde dos minutos antes de los disparos de la sospechosa presencia del agresor, un joven de 20 años cuyos motivos aún se desconocen y que fue abatido por agentes del Servicio Secreto.