Por Francisco Luciano
El presidente de la República anuncio que eliminará y refundirá instituciones del Gobierno para reducir el gasto público. Al leer la información vino a mi memoria un anuncio similar que formuló el mandatario durante el pasado cuatrienio.
En la ocasión el presidente anuncio la eliminación y refundición de instituciones como el despacho de la primera dama, la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas del Estado, CDEEE el Instituto de Estabilización de Precios, Inespre, el Fonper, Oisoe, Inavi, así como la eliminación de los Consejos de Administración de Edenorte, Edesur y Edeeste para fundirlo en uno.
Ahora se propone fusionar el Instituto Agrario con Agricultura y los Ministerios de Educación y Educación Superior Ciencia y Tecnología en uno, entre otras. El criterio externado en aquella oportunidad es el mismo que se esgrime ahora: Reducir el gasto público y hacer más eficiente el aparato estatal.
Las preguntas serian:
¿En el caso del sector eléctrico, dichos ajustes lograron reducir los gastos y eficientizar el servicio?
¿La fusión de la Oisoe, Inavi y otras, bajo la sombrilla del Ministerio de la vivienda, logro reducir el gasto y eficientizar los servicios?
El gasto de estas instituciones no se redujo todo lo contrario se incrementó junto el crecimiento exponencial de su déficit operativo. El desastre del sector eléctrico debiera llamar a la reflexión para comprender que la eficiencia no es un asunto cosmético.
Nuestra recomendación es que antes de aventurarse a dar el paso de fundir el Instituto Agrario con Agricultura o del Ministerio de Educación con el de Educación Superior Ciencia y Tecnología, se observe cual es la misión de cada uno, donde se cruzan y donde se diferencian.
Hay que recordar que el IAD tiene la misión de titular las tierras y ese es un trabajo no concluido por falta de apoyo, inversión y seguimiento, mientras Agricultura tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad alimentaria de la nación.
En cuanto a la fusión de los Ministerios de Educación y Educación Superior Ciencia y Tecnología es preciso observar la complejidad de los campos que deben cubrir ambas agencias y saber que son tan bastos que actualmente aun con la descentralización resultan complicados y que al fundirlos se podría estar generando situaciones que más que contribuir a la eficiencia y a la visión economicista pudieran atomizar aúnmás el sector educativo.
El autor es docente universitario y dirigente político.