En un proceso electoral en el que el primer lugar en las preferencias parece definido hace tiempo, una de las interrogantes que quedan por despejar, y que generan expectativas, es cuál de los proyectos políticos podrá ocupar el segundo lugar, independientemente de que el ganador de los comicios se defina en primera vuelta o que sea necesaria la realización de una segunda ronda.
Las proyecciones de las encuestas y los resultados de las elecciones municipales del pasado 18 de febrero no dejan dudas de que el oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) con Luis Abinader como candidato a la reelección, es el puntero en las preferencias, y con altas posibilidades de ganar en mayo, sin necesidad de una segunda votación en junio.
Pero el segundo lugar, que se disputarían las dos principales organizaciones opositoras, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (F), será importante en cualquier escenario.
Lógicamente, el escenario ideal para la oposición es forzar una segunda vuelta. En ese caso, el candidato que quede en segundo puesto va a competir con el oficialismo, cuya clasificación se da por descontado, pero con la ventaja de que no tendrá que buscar una alianza con el opositor que quede tercero, porque ya esto ha sido previamente acordado, como parte de la llamada Alianza Rescate RD.
Lo que significa que en el hipotético caso de que no haya un desenlace en la primera vuelta, el oficialismo enfrentará a un candidato respaldado por el PLD, la FP y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que presenta a Miguel Vargas como candidato presidencial.
En ese panorama, a Abinader le tocará competir, o con el tres veces presidente Leonel Fernández, o con el saliente alcalde de Santiago, Abel Martínez, que por primera vez es postulado a la presidencia de la República.
En la meta de conseguir el segundo lugar, morados y verdes tienen distintas fortalezas y debilidades.
Ventajas y desventajas
El PLD y FP, pese a ser aliados, se disputan básicamente el mismo segmento del electorado. Es el mismo conglomerado de dirigentes, militantes y simpatizantes que le dio varios triunfos al PLD, al que apuestan morados y verdes. El que logre mantener la mayoría de ese caudal de votos, debe quedar en la segunda posición, siempre asumiendo que el PRM está en primer lugar con una buena ventaja. Es lo que dicen todas las encuestas, y es un dato que ya la oposición no refuta, aunque varíen sus estimados y proyecciones.
En el match entre esos dos aliados, a uno de los dos se le ve mayor fortaleza en términos de estructura y el otro, FP, tiene la ventaja de tener una figura más conocida y con mayor liderazgo.
El partido morado ha sufrido, desde el 2020, bajas importantes en su matrícula, tanto a nivel de dirigencia como de militancia, y una gran parte del éxodo sirvió para nutrir al nuevo partido. A medida que los morados decrecían, los verdes ganaban tamaño y músculos.
Ese flujo de peledeístas hacia el partido de Fernández se detuvo con la alianza opositora. Para las elecciones municipales, una de las dudas que se tenía era si aun con lo que había perdido el PLD, seguía por encima de la FP como maquinaria.
Los morados superaron a los verdes, tanto en cantidad de votos como en cantidad de demarcaciones ganadas. De 158 municipios, el PRM, ganó 121 alcaldías, mientras el PLD logró 16 y la FP, seis. En cuanto a votos, el partido morado superó los 800 mil y la FP, los 500 mil.
Pese a que en esas votaciones, que son las últimas que se conocen, el peledeísmo le ganó a la FP, Fernández aparece en segunda posición como candidato en las encuestas, e incluso siempre sale, como figura, muy por encima de su partido. Abel Martínez tiene la ventaja de la estructura que, como ha quedado evidenciado, no estará intacta pero aún tiene fortaleza. Otro elemento a su favor es que tiene una tasa de rechazo menor a la de Fernández, por lo que, en caso de llegar segundo y pasar a una segunda ronda, se podría esperar que tenga más espacio de crecimiento que su antiguo compañero de partido.
Importancia del segundo
Además de que el que queda segundo se gana la lotería si hay segunda ronda, el puesto es igual de codiciado si hay desenlace en la primera ronda.
Esto así porque como se trata de dos partidos similares, que se disputan el mismo segmento de la población, es de esperar que el que quede segundo pueda captar con mayor facilidad a los militantes y simpatizantes del que quede tercero.
Pero hay más: el que quede segundo a nivel congresual, se convierte en la segunda mayoría, con lo que conseguiría un puesto en el Consejo Nacional de la Magistratura, órgano que selecciona a los jueces de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Superior Electoral.